samedi 26 juillet 2008

Une Histoire d'Oranges





Professeur : Notez, par exemple, que l'amour prend, à mon sens, une forme d'Orange. Je dirais même une espèce toute extravagante d'Orange. Non, non, non, ne vous affolez pas jeunes galopins, je ne parle que de la forme et ne pas de la couleur orange. Je ne peux pas dire, néanmoins, que cette teinte me dérange ou m'incommode, mais plutôt je préfère vous parler de la forme de l'Orange... Enfin pour éviter toute forme de confusion avec le respectable agrume disons que la notion d'amour, prend chez moi un forme sphérique. Vous comprenez pourquoi je parle d'Orange maintenant.


Elève #1 : Nous comprenons.


Professeur : Et bien, je vous suis tout reconnaissant.


Elève #2 : Sphérique.


Professeur : Tout à fait.


Elève # 1 : Soit.


Professeur : Donc si vous prenez une orange elle aura une forme sphérique. Et c'est en cela et bien en cela qu'elle est ressemblante à l'amour. Je ne veux pas dire qu'un pomme soit moins aimable et j'ai même une grande affection pour les poires et les prunes. Sans parler des clémentines qui laissent deviner un grand sens de l'érotisme. Mais les pommes d'or ne sont pas si accessibles malgré une industrie culturelle qui s'acharne à nous le laisser croire.


(Silence)


Professeur : Vous n'avez pas l'air de comprendre.


(Silence prolongé)


Professeur : Vous n'avez pas l'air de comprendre. A chaque pôle elle dévoile une forme de subtilité nouvelle, elle est par sa nature ronde l'allégorie de l'homme qui dans sa solitude infinie cherche l'androgyne que jadis il était. Cette divine perfection de jadis, cette perfection perdue... (avec emportement) Cette perfection divine il l'effleure -parfois- mais souvent il la coupe, l'assassine, la détruit. L'amour et les oranges sont un leurre. Une chimère acide. Ne voyez vous donc pas la métaphysique des oranges? L'homme en plus d'imbécile est un assassin de lui même.


(Silence; l'élève #1 tente de prendre la parole avant de se rétracter)


Professeur : C'est tout de même sinistre. Vous perdez votre humanité. Si l'humanité a été parfaite, si Rousseau avait raison de courir après songe, l'amour est une Orange. Je vous parle d'Orange et ne pas de vulgaires boules! Vous n'avez pas l'air de comprendre, vous êtes des hommes. L'homme dans ses composantes, féminine et masculine soudées en un seul élément de parfaite figure, de subtile figure, cherche ce qu'il était dans l'amour, ce qu'il ne saura être, dans les oranges.




Autoportrait





J'ai dans un livre les paroles de ma mère. Une oraison pour mon père. Avec les pubertés ils ont disparu et mes psaumes sont allés à d'autres dieux. Il était celui qui faisait briller le soleil d'un aura érotique. Elle, pécheresse de m'y avoir fait goûter de trop près. Allons réveiller le soleil, avant qu'il soit trop tôt. Avant qu'ils le sachent, dans le silence et la sensualité de la nuit, dans l'espoir lunaire.
Amère et sans mot, j'avance pour que tu me connaisses. Mais sans trop y croire je crois à cet éphémère amour éternel.



D'autres mers, d'un autre temps, « Je n'ai jamais été de ce peuple-ci; Je n'ai jamais été chrétien; Je suis de la race qui chantait dans le supplice ». Arthur R. Je suis l'homme de ces lointains péchés. Je suis la farce humaine en extase, universelle d'ici et d'ailleurs. « L'art est toujours étranger. Ce qui est universel, c'est son étrangèreté. »Renaud Camus. En somme, je ne suis pas d'ici mais des Andes majestueux, des rivières océaniques, des pampas infinies, des jungles exubérantes.



Esclave de l'horreur, je ne comprends que la beauté dans le sens abstrait, l'abstraite réalité en somme m'est tout à fait étrangère, même lorsqu'elle voisine l'amour. Je me méfie avec égale dégoût de l'amour et de la beauté en tant que ces deux notions sont synonymes et antonymes. Perplexe, je ne comprends la beauté que lorsqu'elle est écrite ou chantée. Sculptée ou construite. Peinte ou immortalisée. La vie est une beauté trop subtile pour avoir la prétention d'en desceller sa grandeur absolue. Tu la prends.



J'ai l'amour de l'automne.

Los amigos que perdí – carta tercera


Una moneda en la fuente




Pongo estos seis versos en mi botella al mar
con el secreto designio de que algún día
llegue a una playa casi desierta
y un niño la encuentre y la destape
y en lugar de versos extraiga
piedritas
y socorros y alertas y caracoles.

Mario Benedetti, Botella al Mar




Tal vez parezca exagerado o peor aun, inapropiado. No obstante fue menester dar gracias o por lo menos clausurar este capitulo como se debe. Al ver que nadie parece querer comenzar me he tomado la libertad de plasmar unas cuantas palabras en primera persona.

No sé, con toda certeza, a quien deba escribir esta carta. Tampoco estoy seguro de la pertinencia de esta última. En realidad no se muchas cosas. Pero si algo puedo ver con claridad, si aquel palpitar del corazón, cuya interpretación es sumamente sutil y muchas veces engañadora, dice alguna verdad entonces sé que los recordare. No se que tan delicioso, amargo o agrio será el recordar. No sé si será dulce. Tan solo se que los recordare. No se si aquel caprichoso e infantil ser supremo que rige nuestras vidas me dará la oportunidad de volverlos a ver. No sé con que animo escribirá nuestras historias. Es más tratar de adivinar aquellas líneas es tan opaco como el sol. En definitiva, no sé muchas cosas, tan solo se que los recordare. Tan solo lo sé.
Tal vez que después de haber agotado todas las reservas de mariguana y de votox de Madrid Ana nos recuerde y busque un poco de nosotros en su mar de gatos. Tal vez en la soledad de la comodidad y del lujo, agotada correr tras una ilusoria concepción perfección que algún día quiso aborrecer, Caro nos recuerde y añore aquellos paraísos perdidos. Sin lugar a duda Ángela, con la divina gracia y talento que no tengo, nos concederá uno o dos capítulos de las memorias que leeré entre lagrimas y cafés. Tal vez nos reconozcamos en esos personajes que ella creerá inventar. Thomas exhausto de soñar, flagelado por sus quimeras, en un eclipse melancólico nos recordará y con la puntualidad de un reloj suizo pensará que es tiempo de madurar. Tal vez Claire al sentarse en su terraza en una hacienda olmeca o patagónica -Dios no lo dirá- escuche sin escuchar aquella risa del recuerdo, aquella revancha de la nostalgia sobre la felicidad. Al mirar el cielo, acompañado de una top-model brasileña que le servirá a la vez de esposa y de juguete sexual, inundado por la felicidad material, en un mundo de plástico amor Guillaume nos recuerde. Yo, antes de morir de una overdosis de vida en el baño de una discotequilla de ambiente de Miami, con absoluta fe sé que los recordaré.

No se si será verdad. Es poco probable que lo sea. Pero todos somos una moneda en la fuente, hoy nada es prohibido, aun menos soñar, anhelar, mirar las estrellas. Todos, inclusive los que no evoque, sabemos que hemos escrito juntos las mas picaras y felices, banales y generacionales aventuras de nuestras vidas. Gracias por los arco iris, por los sinsabores, gracias de nutrir el ser que soy -infinitamente vacio sin ustedes.





Los amigos que perdí – carta segunda

lundi 28 mai 2007


Alejandrías


Conociéndote como te conozco estas leyendo esto de mala gana,
si es el caso, te pido que no lo leas, no vale la pena...si en el caso
contrario quieres saber porque estoy tan extraño estos días (meses)
no por chismosear si no por interés sincero léelo por favor .




En primer lugar me gustaría aclarar, afirmar, decir, gritar, y hasta ladrar que todavía, y espero hasta dentro de mucho tiempo, sigo teniendo el privilegio de contarte entre mis amigos.

A lo mejor (en el sentido literal de la expresión) te sorprenda que te escriba esta carta, eso significaría que soy algo paranoico, no obstante dicha hipótesis es poco probable. Pero no puedo dejar de esperar. Lo más plausible es que te hayas percatado de mis miradas perdidas, de mis falsas sonrisas, de mis silencios y de mis distanciamientos.

Para serte franco, no se como comenzó, sé obviamente cual fue el casus belli , tu supongo que también debes tener tus dudas. No creo que sea necesario hablar de eso ahora, y tendremos amplio tiempo para charlar, analizar y sacar conclusiones (que por lo menos por mi lado ya están tomadas).
Míranos quien lo hubiese creído hace unos cuantos meses, nosotros que mataperreamos, inseparables como uña y carne, íbamos de arriba abajo e íbamos fabricando algunos de nuestros mejores recuerdos, estriamos en esta situación? No puedes, aunque quieras, negar que nuestra amistad era mas frágil que lo que pensábamos (o en todo caso de lo que pensaba). No se si te das cuenta pero yo no puedo dejar de verlo, pareces aburrirte conmigo. Olvídate del tiempo en el que insistías para que nos veamos, ahora tu me permites disfrutar de tu presencia como un favor, cuando no me mandas indirectas -muy directas por cierto- para que no me quede/vaya en tu casa... Frente a esa situación , ya no se que hacer que inventar, que imaginar , que estrategia crear, uso hasta la ultimas de las neuronas que me quedan encontrar un plan para no perderte, porque imaginar mi futuro sin ti me parece simplemente complicadísimo, todavía no estoy listo – así, es por muy lírico y exagerado que te suene.

No comprendo que ha cambiado, no comprendo que debería cambiar, que he dejado de hacer o que debo hacer, para que tengamos la misma relación que antes. Se por supuesto que algunas de mis decisiones o mas bien mis “choix de vie” no te convienen o en todo caso no son los tuyos como es el no fumar cualquier tipo de hierba que afecte o desregule mi organismo, el tomar de manera mas que moderada u otras decisiones o convicciones te parecen inútiles, estúpidas y de otro tiempo. Tengo la certeza de que eres alguien sumamente inteligente y tolerante y rechazo la idea que cualquiera de mis convicciones te moleste y te aleje de mí.
No hace falta que te diga lo importante que eres para mi, y lo mucho que cuentas que me has dado, me das, y espero me darás. Comprendo que te aburras, que te hostigue y que finalmente se ahora “uno mas” o “uno del motón de amigos que tienes”. ¿Quien seré yo para pedirte que explicaciones? Tu que vas cual Alejandro Magno, conquistando nuevos amigos como Alejandrías con tu sonrisa y tu carisma como únicas armas, y yo que no soy mas que una pueblo olvidado provincia que recuerda con nostalgia el tiempo en el que fue de las mas influyentes y poderosas ciudades del imperio. Ya solamente soy polvo y amargos recuerdos. Trato de no creer en eso, pero quien me dice que en un futuro más o menos lejano, el héroe griego no olvide una de sus más fieles y sacrificadas colonias. Con certeza tu no, en el momento actual.
No quiero aburrirte mas, ni malgastar tu precioso tiempo, es un fin... sin fin. Ya no puedo escribir mas, solamente quisiera que me hagas el favor de ir contra tus instintos y seas claro y directo así te moleste o te incomode. Hay que saber aclarar las cosas con sus puntos y sus comas. No te pido nada más.

Los amigos que perdí – carta primera.

jeudi 24 mai 2007
Lo que Alain Delon dijó





Todavía, no se porque escribo esto, es muy probable que ni lo leas. Tal vez lo hago más pro mí, que por ti, las tristes y dolorosas experiencias me ensañaron que la amistad siempre es relativa, y que solamente puedo confiar en mi mismo. Es una necesidad. No puedo dejar esto en blanco.





No se si te acuerdas de aquella noche en la que te llame. No me respondiste. Inútil decirte que tu silencio, tu indolencia y el desdeñoso y altanero tono de tu voz me hizo sufrir. Tampoco te sorprenderá que tu actitud me pareció poco digna y no creo que la hubiese merecido. No creo tampoco que alguna vez, yo, voluntariamente te haya hecho sufrir, hubiese faltado contra la amistad que bondadosamente me brindabas, o te hubiese herido como lo hiciste. Si alguna vez hice algo comparable sin percatarme, te lo juro sobre mi honor, que no fue mi intención, y te pido que me disculpes. Por otro lado creo, siempre haber estado contigo, espero que nunca hayas dudado de mi incondicional, ciega y sincera amistad.
Ahora bien, las rosas de nuestra amistan han marchitado, y creo yo, prematuramente. El réquiem de nuestra relación es una melodía horrible compuesta de llantos que me gustaría no escuchar. Nunca me hablaste, nunca me consultantes, tomaste tu decisión arbitrariamente, y no me queda otra que aceptar tu Diktat. Para ser franco, no se que voy a hacer: el pasado no son más que dolorosos recuerdos nostálgicos y el futuro ni siquiera puedo y/o quiero imaginarlo.

Lo sabes mejor que nadie, más de una vez me defraudaste, más de una vez fuiste adúltero par con nuestra amistad, mas de una vez “metiste la pata hasta la ingle”. Si es cierto, seria inútil y absurdo negarlo, y sabes que dificulto olvidar aquel tipo de malas experiencias. No obstante, y a veces contra todo tipo de lógica te perdone, estuve contigo en los momentos mas tristes (inclusive, cuando yo sufría secretamente y tu no te dabas cuenta). Ahora que ya no estas aquí solo quiero recordar lo bueno y lo mucho que me diste. Creo como el actor Alain Delon, “que un amigo es el que cuando lo llamas a las 4 de la madrugada para decirle que has cometido un asesinato, lo único que te pregunta es donde esta el cuerpo para esconderlo”. Así de estúpida e irracional es la amistad, solamente obedece a los sentimientos. Así soy yo.

Es inútil decirte que no comprendo tu decisión, que ya no te comprendo, y que lo imprevisible que eres me frustra un poco. Ahora vives tu una nueva vida, sin mi, no puedo impedirme de desearte lo mejor con tus nuevos amigos- que muchas veces te presente yo, dicho sea de paso (¿que amarga e irónica es la vida ?¿ no?) – Tal vez (trato de creer que no) ya me hayas o me vas a olvidar, para mi es imposible olvidar toda la felicidad que me diste. Cuídate mucho y espero sinceramente que nunca te suceda lo que me haces.